La Ley de Vivienda de 2023 fue aprobada y entró en vigor el 26 de mayo de 2023. Desde su implementación, ha introducido cambios significativos en el panorama inmobiliario español, afectando tanto a propietarios como a inquilinos.
Sin duda alguna, se trata de una de las legislaciones más esperadas por parte de determinados sectores de la sociedad, especialmente los inquilinos. La ley tiene por objetivo facilitar el acceso a la vivienda a los ciudadanos, en un momento en el que los elevados precios del alquiler en zonas tensionadas y la escasez de vivienda dificultan el proceso, sobre todo, a los inquilinos.
Los inquilinos son una parte fundamental en la nueva Ley Estatal de Vivienda, porque parte de las medidas más importantes que en ella se contemplan tienen por objetivo facilitar el acceso a la vivienda en cuanto a precios y disponibilidad. En este artículo vamos a poner el foco en los inquilinos, así que si eres uno de ellos, atento a las novedades.
¿En qué afecta la nueva Ley Estatal de Vivienda a los inquilinos?
Estos son los puntos en los que pone su foco la nueva Ley:
- La regulación del precio de los alquileres en las zonas más tensionadas
- La desvinculación del precio del IPC a la actualización de los precios de los alquileres
- La protección frente a los desahucios
- La ampliación de las zonas consideradas tensionadas
- La adjudicación de los gastos y honorarios del contrato de alquiler a los propietarios
- La prohibición de acuerdos contrarios a la Ley de Vivienda que se den entre las partes
- La prohibición de incrementar el precio del alquiler con gastos extraordinarios
¿Cómo afecta la Ley de Vivienda a los inquilinos con contratos en vigor?
Con la nueva Ley de vivienda los inquilinos se ven afectados tanto si ya tienen un contrato de alquiler como si van a formalizar uno de nuevo. Aquellos que tengan ya un contrato de alquiler en vigor deben saber que las actualizaciones de precio futuras tendrán que limitarse al 3 %, de modo que quedarán desvinculadas del IPC (Índice de Precios al Consumo) como sucedía hasta ahora de subir el alquiler.
No obstante, durante todo este año 2023 se prevé que la actualización de los alquileres siga condicionada al límite del 2%. Los propietarios podrán cambiar más adelante el sistema de actualización de precios, puesto que está previsto crear un nuevo índice más bajo que el IPC que sirva de manera específica para actualizar los precios del alquiler.
¿Será más fácil alquilar una vivienda nueva con la nueva ley?
Se espera que con la nueva Ley recién estrenada a medio plazo sea posible encontrar viviendas de alquiler más asequibles, incluso en aquellas zonas que han sido declaradas como tensionadas. De hecho, esta medida incluida en la nueva norma tiene como objetivo reducir el precio de los alquileres. Y es que en las zonas tensionadas habrá un tope del que no se podrá pasar, que será distinto dependiendo de si el propietario es pequeño o grande. En cambio, en las zonas libres los arrendadores podrán estipular un precio con toda libertad.
¿Qué gastos tendrá que asumir el inquilino al firmar un contrato de alquiler?
La nueva Ley de Vivienda también define y modifica los gastos de alquiler que los inquilinos tienen que asumir.
Hasta este momento, los inquilinos pagaban los gastos de formalización del contrato, que incluían el primer mes de alquiler, la fianza, la garantía adicional y la comisión inmobiliaria.
Sin embargo, ahora es el propietario de la vivienda quien asume los gastos de comisión de la agencia inmobiliaria intermediaria, un elevado gasto que hasta el momento asumía al 100% el inquilino, siendo por norma general el 10 % del valor anual del alquiler.
El precio de la vivienda de alquiler según el tipo de propietario
En las zonas tensionadas hay un tope para el precio de los alquileres, pero este valor varía dependiendo de si el propietario es un gran tenedor o un pequeño propietario.
Se consideran grandes tenedores de viviendas aquellas empresas o personas con más de 10 viviendas en propiedad o con más de 5 viviendas en propiedad en una zona tensionada.
En el caso de los grandes tenedores, el precio del alquiler no podrá ser más alto que la subida que haya registrado el Índice de contención de precios (todavía no hay información sobre el mismo).
En el caso de los pequeños propietarios, el precio del nuevo contrato no puede superar la subida con el índice de actualización del alquiler, tomando como referencia el contrato del inquilino anterior. Así pues, si el contrato de alquiler vigente en 2023 era de 1.000 euros, con el límite del 2 %, el contrato nuevo no podrá superar los 1.020 euros. En 2024, con el nuevo límite del 3 %, el contrato no podrá ser de más de 1.030 euros. En 2025 se publicará el nuevo índice, de modo que el incremento todavía estaría por definir.
Hay que saber, eso sí, que alquilar a un gran tenedor o pequeño propietario solo tendrá repercusión si se alquila la vivienda en una zona tensionada. Fuera de esta, no habrá ninguna diferencia ni tope de precio aplicable alquilando a un pequeño o gran tenedor.